La industria ganadera argentina atraviesa un momento de transformación. Luego de una sequía histórica que redujo drásticamente el stock bovino, el sector comienza a vislumbrar un nuevo ciclo de crecimiento sostenido, impulsado por la recuperación forrajera y el apetito internacional por la carne de calidad.
Expertos del sector aseguran que 2026 marcará un punto de inflexión. Las exportaciones de carne podrían alcanzar niveles históricos, siempre que se mantenga una política comercial abierta y se logre responder a las nuevas exigencias del mercado global, especialmente en temas de sustentabilidad y trazabilidad.
Durante una charla organizada por ADBlick Agro, el consultor Víctor Tonelli trazó un panorama claro: la sequía de 2023 provocó una de las mayores reducciones del rodeo bovino en los últimos 30 años. Esto generó una caída en la disponibilidad de carne para el mercado interno de entre 300.000 y 400.000 toneladas respecto del promedio reciente. Sin embargo, esta crisis también abrió la puerta a una recomposición de la actividad ganadera con miras a 2025, año en el que se espera una recuperación completa de la base forrajera.
Tonelli proyecta que 2026 será el año en que las exportaciones argentinas de carne vacuna “exploten”. La demanda internacional sigue firme, especialmente desde China, aunque con precios más bajos. La clave estará en la capacidad del país para adaptarse a las exigencias de los mercados premium, como la Unión Europea, que desde enero de 2025 exigirá certificaciones ambientales estrictas: la carne y la soja deberán demostrar no estar vinculadas a procesos de deforestación.
Carlos Riusech, CEO del Frigorífico Gorina, sumó una visión estratégica: mientras las oportunidades están, el desafío es interno. “Hay que mejorar la eficiencia, trabajar con previsibilidad y no limitar las exportaciones con decisiones políticas que perjudiquen la competitividad”, remarcó.
Ambos referentes coinciden en que, si el rumbo se mantiene, Argentina tiene potencial no solo para recuperar su protagonismo, sino para convertirse en uno de los principales exportadores de carne sustentable del mundo. El desafío es aprovechar el momento, prepararse y no desaprovechar esta oportunidad histórica.