Después de más de 20 años de restricciones, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) ha dado luz verde al ingreso de carne bovina con hueso a la Patagonia. Esta medida representa un cambio significativo en la política sanitaria y abre nuevas oportunidades comerciales para provincias como La Pampa, que durante años han luchado por acceder a este mercado.
El levantamiento de esta barrera responde a estudios recientes que confirman la ausencia de fiebre aftosa en todo el territorio nacional, eliminando así el principal motivo de la restricción. Además, SENASA ha implementado estrictos protocolos de control para garantizar la sanidad del producto sin comprometer el estatus sanitario de la región.
La autorización de SENASA permite que la carne con hueso procedente de zonas con vacunación contra la fiebre aftosa pueda ingresar a áreas declaradas libres de la enfermedad sin vacunación, como la Patagonia. Esto significa que los productores de carne de provincias como La Pampa podrán expandir su mercado, beneficiando tanto a la industria como a los consumidores, quienes podrán acceder a una mayor oferta y mejores precios.
El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, calificó la medida como «un logro histórico» y destacó su impacto en la economía provincial. “El levantamiento de esta restricción representa un avance enorme para nuestros productores, que ahora podrán competir en igualdad de condiciones con otras regiones del país”, afirmó.
Además de los beneficios económicos, la resolución de SENASA refuerza la confianza en el sistema sanitario argentino y sienta un precedente para futuras decisiones en el comercio de productos agropecuarios. Con esta apertura, la Patagonia se convierte en un mercado más accesible y competitivo, lo que podría traducirse en nuevas inversiones y un crecimiento sostenido del sector.
La decisión marca el fin de una barrera que limitaba el desarrollo de la industria cárnica y pone en evidencia el trabajo conjunto entre los sectores público y privado para garantizar un comercio seguro y eficiente. Ahora, el desafío será mantener los altos estándares sanitarios y aprovechar al máximo esta nueva oportunidad.